Formatear el PC es una de las formas más habituales de realizar una purga, borrar todo el contenido y empezar desde cero. Tanto si se te ha ido de madre la cantidad de basura que puedas tener en tu ordenador como si lo que quieres es tratar de arreglar algún problema o mejorar el rendimiento, puede ser una posible solución.
Sin embargo, tampoco deberías abusar de la opción de formatear tu ordenador. ¿Cuándo deberías hacerlo y cuándo no?
¿Cuándo es recomendable formatear tu PC y cuándo no?
Formatear, reinstalar o restaurar a valores de fábrica nuestro sistema operativo conseguirá que volvamos a disponer de nuestro equipo prácticamente en las mismas condiciones en la que lo estrenamos.
No hay un plazo marcado para realizar un formateo. No tiene que convertirse por obligación en un mantenimiento periódico, así que no te preocupes porque se te pueda haber pasado el plazo, que no es la ITV del coche.
Los casos en los que sería mejor no formatear son, por ejemplo, cuando el PC funciona a un bajo rendimiento por razones como tener demasiados programas instalados, poco espacio en el disco y/o algún que otro troyano molestando.
Antes que formatear podríamos probar otras soluciones no tan radicales como pasarle un buen antivirus a tu PC para asegurarte de que no tiene virus ni spyware, ni ningún tipo de malware. Otra solución es realizar una limpieza manual, desinstalar o borrar todo lo que no sea de uso habitual en tu ordenador o hacer una copia de seguridad en la nube, en un disco duro externo.
Por último, una acción que puede dejar todo bastante en condiciones es desfragmentar el disco para mejorar rendimiento, sobre todo si realizaste la recomendación anterior. Cuando borras un archivo, ese espacio queda como en punto muerto y los nuevos ficheros creados no se graban en el espacio de disco de ese archivo borrado, sino en espacio nuevo. Desfragmentar el disco puede ser una tarea pesada, pero no tanto como el formateo.
Una vez que esté hecho eso, tu ordenador quedará muy probablemente como nuevo y no necesitarás hacer un formateo e instalar Windows desde cero, volviendo a instalar todos los programas, buscando drivers si te falta alguno, etc.
¿Hay límite de formateos?
Una vez explicado cuándo deberías formatear y cuándo no, vayamos a uno de los grandes mitos, que asegura que, si formateamos varias veces, el disco duro podría acabar dañándose y, por tanto, hay una cantidad finita de ocasiones en las que puedes hacerlo.
No es cierto que tu PC sufra si lo formateamos varias veces porque es un proceso que no implica un daño físico al hardware. Y si el motivo de la bajada de rendimiento es precisamente que haya un problema de hardware, tampoco formatear te lo va a solucionar, sino que debe resolverse abriendo el ordenador y reparando los componentes estropeados.
Como te hemos contado antes, es mejor tratar de probar otras alternativas, pero simplemente por gestionar mejor tu tiempo y no realizar un formateo que realmente no necesitabas.
