Los videoporteros inteligentes wifi con detección de movimiento y reconocimiento facial son cada vez más populares, pero ¿es legal que graben a quien pasa por delante de tu puerta? ¿puedes meterte en problemas si un vecino denuncia su instalación a Protección de Datos?
Legalidad de los videoporteros digitales
La imagen de una persona es un dato personal si permite identificarla. Su tratamiento está sujeto al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que permite usos legítimos, como el de la videovigilancia con fines de seguridad para proteger a personas o propiedades, cumpliendo en ese caso una serie de requisitos. La administración, empresas, comunidades de vecinos e incluso los particulares están sujetos a esta normativa. Pero hay una excepción, cuando las imágenes se toman el ámbito personal y doméstico.
Cuando las cámaras se ubican dentro del domicilio quedan exentas de la normativa de protección de datos, pero en el momento que las cámaras apuntan al exterior de la vivienda es necesario cumplir algunos requisitos, como:
- Colocar un cartel de aviso de que la zona está siendo videovigilada, donde se identifique claramente al responsable y la forma de contacto.
- Evitar captar la vía pública y viviendas ajenas, usando máscaras si es necesario.
- Borrar las imágenes grabadas a los 30 días
- Limitar el acceso a las imágenes solo al propietario, quien no puede usarlas para ningún otro fin, excepto si se lo solicita la polícia.
La nueva generación de videoporteros conectados se sitúa en un punto intermedio entre ambos mundos. Su uso se engloba en el ámbito personal y doméstico, pero las imágenes que capta son del exterior de la vivienda, incluyendo la puerta de enfrente o la vía pública. Dispositivos como el Ring Video Doorbell de Amazon o el Nest Doorbell de Google, dan un paso más allá incorporando sensores de movimiento para captar automáticamente imágenes del que pasa por delante, e incluso utilizan el reconocimiento facial para identificar a la persona que llama y avisarnos al móvil.
De entrada la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) exime a los videoporteros de tener que cumplir la normativa sobre protección de datos siempre que "la utilización se limite a su función de verificar la identidad de la persona que llamó al timbre así como facilitar el acceso a la vivienda". Una de las líneas que estos dispositivos no deben cruzar es que graben de forma constante.
Denuncias por uso de videoportero con grabación
Ya ha habido varios casos de personas molestas porque su vecino de rellano ha instalado uno de estos videoporteros, y que han denunciado el caso ante la AEPD. En octubre de 2020 la agencia resolvió1 una denuncia contra un propietario que había instalado un Ring Video Doorbell en el portal. Su vecino denunció que además de no haber pedido permiso para hacerlo, no se trataba de un videoportero convencional, ya que el modelo incorporaba grabación de vídeo y detección de movimiento. Con esas características, cualquiera que entre o salga del edificio, incluso si no va a la vivienda del videoportero, queda registrado y las imágenes a disposición del propietario del dispositivo. El dueño del equipo alegó que no grababa las imágenes y la agencia desestimó la denuncia.
El caso más reciente es de mayo de 20212. Se trata de la denuncia por la instalación de una mirilla digital con visión nocturna y grabación al detectar movimiento. El denunciante era el vecino de rellano, quien no se sentía cómodo exponiendo quién entra y sale de su vivienda al dispositivo del vecino, con quien tiene una mala relación. En este caso el dispositivo también tenía capacidad de grabación, aunque el propietario aseguró que no la usaba. La agencia desestimó la denuncia, aconsejando en su resolución que cuando el vecino esté en casa desactive el modo de grabación.
