La Policía Nacional y el Govern balear investigan un presunto ataque cibernético perpetrado contra el servicio público de Salud hace aproximadamente dos semanas.
Las alarmas saltaron después de que los servicios de seguridad informática de la consejería de Sanidad detectaran actividad inusual en las redes del Ib-Salut (el departamento público de la sanidad autonómica) y decidieran poner en marcha el protocolo de seguridad.
El asunto no pasó desapercibido entre el personal, ya que se tuvieron que cambiar contraseñas de usuarios con acceso al sistema y se restringió la navegación por Internet.
Sin embargo, el caso ha permanecido silenciado hasta que hoy el Govern ha admitido la existencia de una investigación, tras las informaciones difundidas por el diario 'Ultima Hora'. Se ha abierto concretamente una investigación informática forense junto a la Agencia de Protección de Datos y el centro de Criptología nacional. Las pesquisas se siguen bajo secreto y se han dado los datos mínimos para no entorpecerlas.
Actualmente se está investigando la procedencia exacta de este ciberataque y su alcance, para determinar si pudo haber una brecha de seguridad en la información confidencial.
Se están analizando los puntos de entrada a la red y se revisan no sólo las conexiones remotas sino todos los centros, tanto la infraestructura sanitaria como las como las sedes administrativas.
Entre otros aspectos, las pesquisas intentan determinar si se han podido ver comprometidos datos personales del historial sanitario de pacientes, algo que desde el Govern dan prácticamente por descartado.
La consejera balear de Salud, Patricia Gómez, ha hecho hoy un llamamiento a la calma, asegurando que se han adoptado "muchas medidas", como cambios de contraseñas y restricciones al acceso a Internet. Según Gómez, "en principio" el incidente "no tendrá repercusión" y "ya está prácticamente todo recuperado".
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