La importancia de los firmwares en los coches eléctricos ADSLZone

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Entre los que integran este tipo de firmwares se encuentran los coches eléctricos, más viendo que estos están formados por un conjunto de sistemas en los que la tecnología se muestra en gran representación por cada uno de los rincones del propio vehículo. Entonces, sí; el automóvil electrificado, híbrido y enchufable utilizan este sistema (incluso los convencionales más modernos).

De qué trata

Pero vayamos al principio. En primera instancia podemos decir que este componente es igual de importante en los dispositivos comunes que en esta serie de vehículos. Son necesarios en todas las miras, de igual forma que en estos es necesario contar con un motor que entregue la potencia a las ruedas, o que las baterías tengan la capacidad suficiente para proporcionar esa energía.

Firmwares en coches eléctricos qué son

De todos modos, es conveniente conocer qué son realmente estos firmwares más allá de su uso y función en los coches eléctricos, que también. Ante esto, el término se implementó por primera vez por parte de Ascher Opler, en un artículo de la revista Datamation en el año 1967. Cabe destacar que al expandirse tanto, ya no es tan extraño como lo podía ser hace algunos o varios años atrás.

En este sentido, ello representa un punto medio entre el hardware y el software, de allí su terminología que traducido significa software firme, ‘sólido o fijo’. Al mismo tiempo, también es posible que hayas escuchado hablar de él por el nombre de Soporte Lógico Inalterable.

Como decíamos, se puede decir que es un programa informático que permite que un dispositivo funcione tal y como el creador lo ha diseñado, el cual se encarga de manejar físicamente al hardware. Es por esto que se dice que sin el firmware los diferentes equipos electrónicos no funcionarían. A menudo se suele almacenar en un tipo de memoria específica, como la ROM. ¿Y qué tiene que ver esto con los coches eléctricos? Lo cierto es que bastante.

Su función en los vehículos

En relación a ello, en los últimos años, el sector de la tecnología móvil y la industria de la automoción están experimentando una fuerte convergencia. Tanto es así que compañías como Google o Apple han desarrollado sus propios sistemas de Android o iOS para usar en los coches a través de su consola central.

Pero, aunque las actualizaciones automáticas inalámbricas son muy comunes en móviles, en la industria automotriz es un fenómeno no tan habitual, a excepción de algunos fabricantes como Tesla. Así pues, si hasta ahora, lo habitual había sido mantener el coche con las mismas prestaciones que tenía cuando salía del concesionario, en la actualidad, los vehículos pueden mejorarse considerablemente.

Software

Con la tecnología en juego, existe cierto margen para hacer que avancen ampliamente. Por ejemplo, lograr que su vida útil aumente mediante actualizaciones de su software, y ahí es donde entra este tipo de sistema. Porque sí, en estos automóviles está quedando atrás la típica figura del mecánico manchado de aceite y con una llave en la mano al que recurríamos cuando el coche tenía que pasar la revisión.

Ahora la cosa es distinta. Porque ya ese mecánico de turno ahora porta una tablet que conecta por USB (muy simplificadamente) a la guantera de nuestro vehículo, toca un par de especificaciones que puedan hacer por solucionar el problema y el vehículo vuelve a sentirse tan vivo como siempre. Gran parte de esta resolución ‘mágica’ pasa por los firmwares para estos vehículos, pues se enfocan principalmente a ofrecer actualizaciones para los sistemas multimedia y la cartografía de los navegadores.

Formatos y operatividad

Teniendo en cuenta esto, cada fabricante suele presentar una serie de técnicas propias y, aunque la gran mayoría de marcas están bastante cercanas entre sí, hay otras que se disparan, tanto por cantidad como por calidad. Un ejemplo de ello es la misma Tesla, donde a priori en este tema hace que sean inalcanzables, por el momento, para las demás, asemejándose más al paradigma del software de una tecnológica como IBM, Intel, NVidia o AMD.

Función firmwares coches eléctricos

No es nuevo descubrir lo desarrollados que se encuentran con sus modelos, pero la realidad es que también lo hacen siendo de los más avanzados de lejos en esto de completar la funcionalidad de un vehículo vía software. O lo que es lo mismo; cada vez es más habitual adquirir un Tesla con según qué funcionalidades, y dentro de unos años el mismo modelo va a recibir de forma gratuita actualizaciones que han hecho que tenga mejores herramientas para ayudarnos en carretera. Eso hará que sea mejor. Todo con los firmwares que funcionan de esta forma en este tipo de coches eléctricos.

Al respecto, y debido a ello, el firmware siempre se instala antes de que nosotros podamos comprar el mismo dispositivo o vehículo, por lo que ya nos viene incorporado de fábrica. A partir de ahí es posible hallar varios formatos y funcionalidades que repercutirán directamente en el mismo.

Electrónica de potencia

Entre los aspectos más importantes de este tipo de software se encuentra la electrónica de potencia, o control. Esta es una disposición que también sabremos encontrar en otros vehículos de electromovilidad, como ocurre propiamente en los patinetes eléctricos y bicicletas (e-bikes) que integran baterías y el motor eléctrico.

En este ámbito, muchas veces se habla de la capacidad en las baterías, pero el coche eléctrico abarca muchos subsistemas que implican electrónica de potencia: el inversor del motor, el cargador de baterías, etc. En un coche eléctrico, la electrónica de potencia aparece en una buena parte de los diversos subsistemas.

También, con el cambio de modelo energético las renovables serán imprescindibles. Precisamente en este campo la electrónica de potencia es la que permite convertir o transformar la energía de forma eficiente, no solo en la generación sino también en el almacenamiento de esta energía.

Conversión de carga

Otra de sus grandes características tiene que ver con la carga, más concretamente con la que tiene que ver con la conversión. Y es que, aunque la forma más simple de cargar un vehículo eléctrico es simplemente conectarlo a la red eléctrica. Pero, dada la limitada potencia de un empalme monofásico, como el domiciliario, a este tipo de carga también se le conoce como carga lenta.

Electrónica de potencia fimrwares coches eléctricos

Entonces, si bien esta red eléctrica es la que provee un voltaje de corriente alterna (AC), las baterías del vehículo lo hacen con una de corriente continua (DC). Es por esto que en estas ocasiones los eléctricos necesitan de estos firmwares, al que se le complementa el propio cargador interno que también permite la conversión de tensión AC de la red en una tensión DC para la carga de las baterías.

Lectura de autonomía

Los sistemas actuales para determinar la autonomía que resta en nuestro coche eléctrico la marca el ordenador, el mismo que por lo general suelen incluir la mayor parte de los vehículos en sistemas multimedia, pantallas digitales u otros. Esto también tiene que ver con los mencionados firmwares, donde el de los coches eléctricos se basan en la recopilación tanto de datos previos del conductor y vehículo como de futuros según las previsiones de diferentes sistemas.

Una vez que el conductor ha determinado el destino en el GPS del coche, este tipo de software se pone a recopilar información del estado del tráfico o límites de velocidad (incluso el tiempo que hará durante el trayecto, como configura el de Tesla) para ajustar los kilómetros que podremos hacer lo máximo posible.

Estado de las baterías

Paralelamente a la anterior lectura de la autonomía, este tipo de programa informático que viene instalado en los automóviles de nueva generación hace por conocer, también, el estado en el que se encuentran las baterías. De hecho, antes que la propia recopilación de datos para conocer el recorrido, el sistema debe situar en qué condiciones se dan estas unidades.

Estado baterías

Y es que sus baterías, al igual que las de los móviles, van perdiendo capacidad con el paso del tiempo, con lo que su autonomía se reduce. Si, por ejemplo, la batería conserva el 80% de su capacidad inicial, quiere decir que el vehículo tendrá un 20% menos de autonomía.

Lo que hace la técnica es basarse en la situación y en el uso al que se han enfrentado a lo largo del tiempo, recabar la información y presentarla en el mostrador a bordo. Por ejemplo, hay vehículos como el Nissan Leaf que permiten hacer estas comprobaciones con solo observar el panel de instrumentos. En su caso, muestra un icono de doce barras, cada una de las cuales corresponde a un porcentaje de capacidad. Es decir, a medida que la batería se va degradando, se borra cada una de estas barras.

Fuente obtenida de: https://www.adslzone.net/e-movilidad/tecnologia/tipos-firmwares-coches-electricos/

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Kamal Majaiti
Kamal Majaiti
Administrador de sistemas e informático por vocación.
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