Estafa por ‘phishing’ al Institut d’Informàtica de Barcelona: 350.000 euros

Fraude en la red

El organismo del Ayuntamiento de Barcelona abonó 350.000 euros a un falso proveedor

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La forma de 'phishing' más habitual es la suplantación de identidad de una entidad conocida por el afectado, como su banco

Otras Fuentes

Una estafa mediante phishing , de la que fue víctima para más inri el Institut Municipal d’Informàtica, le saldrá muy cara al Ayuntamiento de Barcelona. El plenario municipal aprobará en su sesión ordinaria de hoy el pago de 349.497,88 euros a favor de la empresa Sistemas Informáticos Abiertos (SIA) para regularizar así una serie de gastos realizados los meses de diciembre del 2021 y enero de este año. El citado proveedor no llegó a cobrar en su día este importe porque unos piratas informáticos suplantaron la identidad de SIA para pedir al IMI que abonara las facturas en una cuenta corriente distinta de la que utilizaba habitualmente.

Este caso de phishing , especialmente sorprendente por el hecho de que haya afectado al Institut Municipal d’Informàtica, empezó a detectarse cuando el pasado 2 de febrero el IMI recibió un correo del departamento administrativo de la empresa proveedora comunicándole que desde finales de noviembre no había recibido ningún pago por parte del instituto.

Tras detectarse el engaño en el cambio de la cuenta corriente el IMI pagará a la empresa suplantada

Hechas las comprobaciones oportunas, habida cuenta de que SIA informó de que no había solicitado ningún cambio de cuenta corriente y que el certificado emitido era falso, se confirmaron las sospechas: el organismo municipal había sido víctima de una estafa en toda regla.

Según el expediente de reconocimiento de crédito que se aprobará hoy, al que ha tenido acceso La Vanguardia , fueron trece las facturas abonadas a los estafadores, con importes que oscilan entre los 3.741,57 euros y los 85.700,98, esta última por los servicios de gestión de los dispositivos móviles de la Guardia Urbana de Barcelona.

El 3 de febrero, el IMI se puso en contacto con los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Barcelona y también informó a la entidad bancaria correspondiente para ver si era posible recuperar el dinero de las transferencias realizadas. Asimismo, el 4 de febrero se denunciaron los hechos ante la dirección general de la Policía del Departament d’Interior de la Generalitat. Pero todos estos trámites resultaron infructuosos: el banco comunicó el 8 de febrero que no era posible recuperar los fondos, que ya habían sido retirados de la cuenta de destino. Y, para colmo de desdichas, la dirección de Servicios de Patrimonio y Seguros respondió con un no rotundo a la pregunta de si este riesgo podría estar cubierto por la póliza de daños materiales o por la responsabilidad civil del Institut Municipal d’Informàtica.

En definitiva, el Ayuntamiento de Barcelona no tiene más remedio que abonar de nuevo, esta vez a sus legítimos deudores, un importe que ya pagó en su momento a unos estafadores que actuaron sin dejar rastro. Casi 350.000 euros que saldrán de las arcas municipales y un refuerzo de las alertas para, a partir de ahora, preservar mejor el erario público de los ataques de los piratas informáticos.

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